El mismo dia que abrieron el Puente Duarte cerraron la Puerta de la Misericordia. Abierta, era un paso visual, ademas de peatonal, que permitia atrapar una profunda perspectiva urbana que se fuga desde el linde de intramuros hasta la Ciudad Nueva de los frentes del Parque Eugenio Maria de Hostos. Le han cerrado el paso al paisajismo urbano rellenando el hueco bajo el arco de piedra que simboliza el reinicio del largo proceso -ya indetenible- de independencia que venia desde 1821, con aquella ilusion politica y administrativa de Nuñez de Caceres.
Esa puerta, ahora cerrada, es la historia de la Arzobispo Portes. Le llamaban Puerta Grande aunque la de San Genaro o del Conde, lo fuera mucho mas. Tambien se gano el nombre de Puerta de la Sabana. Su historia esta asociada con el entorno, una vez fortificado, del Torreon y posterior Fuerte San Gill, entre el siglo XVI y el XVII. Hacia 1822, cuando ya los vecinos haitianos estaban ocupando territorialmente la parte española u oriental de la isla, la actual calle Jose Gabriel Garcia no existia, pues sus trochas fueron abiertas hacia 1895. Lo que si habia ahi era un descampado, frente al Fuerte San Gil, al lado del matadero, que servia de plaza al Fuerte y donde se ejecutaban a los condenados, lo cual hace suponer que habia menos delincuentes (de todo tipo y extracto social) en ese entonces. En las "Cosas Añejas" de Cesar Nicolas Penson, narra su autor que la horca estaba colocada permanentemente, esperando por una ejecucion. La guillotina que alli se instalo, nunca fue usada, pero atemorizaba igual, medio disuasivo que problemente impidio muchos desfalcos bancarios, prevaricaciones multimillonarias y cosas de aquellos tiempos, que trasladadas a estos, necesitarian estensos campos de concentracion para el exterminio de clases dominantes enteras.
La Arzobispo Portes, por ser la ultima calle del tramado urbano hacia el mar, la llamaban calle del Matadero, calle del Porton, y hasta calle del Cuartel de las Milicias. Alli terminaba la ciudad. Y fue el ejercito de ocupacion haitiano el que cerro la Puerta por ultima vez, hasta el viernes 24 de febrero de 2006. Antes habia sido tapiada por los franceses, en 1808 y hasta 1886, y fue llamada de la Misericordia porque en 1842, un violento terremoto hizo que sacaran el Santisimo Sacramento de la catedral y lo instalaran en una tienda de campaña, al frente del Fuerte San Gil, desde donde se elevaban plegarias a Dios para pedir clemencia, todo al decir de Don Francisco Veloz Molina, padre de Marcio Veloz Maggiolo, en su libro"La Misericordia y sus entornos,(1894-1816)". Pero con la calle Jose Gabriel Garcia y luego con el Paseo Maritimo que por ese tramo no tiene nombre, puesto que hasta la Espaillat y desde la 19 de marzo era Paseo Presidente Billini desde 1908, y luego de la Estrelleta hacia la Avenida Maximo Gomez, fue Avenida Colombina, luego que Moncito Baez la abriera, entre 1931 y 1936 (para luego ser Avenida George Washington), desaparecio la ermita de oracion contigua al Fuerte y al Matadero y posteriormente quedo sin nombre el tramo en que desembocan o arrancan las calles Pina y Palo Hincado. Justo alli construyeron Tomas Auñon y Joaquin Ortiz, su socio tambien catalan, el monumento a la mal denominada Independencia Financiera, en 1942, en conmemoracion a esa treta de Trujillo en pagar una deuda con casi 10 millones de dolares que ahora dicen que sobre pasa los 6 mil millones (sin incluir las quiebras bancarias).
Ahora que la Puerta ha vuelto a ser cerrada se le cierra un simbolo a la Independencia Nacional, lograda contra quien haya sido. En la libertad las puertas se abren, en nuestra democracia de simbolismos tardios, las puertas se cierran. Se la han cerrado a Mella con su nombre de trabuco, a la historia con su apellido de episodio, a la ciudad con su mote de gran espacio para todos, al barrio con su peyorativo dejo de nostalgias y enlaces de intramuros a extramuros. Quizas, mañana, cuando hoy terminen los festejos anuales que recuerdan a los proceres, le devuelvan la libertad a la puerta y la abran de esperanzas...
Emilio José Brea García
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